Este post quería dedicarlo a esa sabiduría de la que estoy inmensamente agradecida de haber recibido. Quizás, la que más me ha ayudado en mi vida y más dicha y comprensión ha traído. Vivir con los ángeles.

Allá por el 2008 cuando Plutón hizo su entrada en el signo de Capricornio y comenzó ejercer su influencia sobre mi Sol, llegó este saber a mi vida. Sin duda alguna para ayudarme a comenzar con el proceso de renacimiento y empoderamiento personal que Plutón trae consigo. Y como siempre sucede en la vida, las mejores cosas llegan casi sin haberlas buscado, por «casualidad». Una de las frases preferidas de mi marido es de Albert Schweitzer…

«La casualidad es la manera que Dios tiene de mantenerse en el anonimato».

Y así fue como Herminia, mi profesora de yoga, a la que le tengo mucho cariño, me comentó que iban a organizar un curso sobre ángeles en el centro. Como me gustaba mucho estar allí, en su centro de yoga Kwan Yin, me animé a hacerlo. No sin dejar de estar escéptica ante el tema, lo confieso: «¿Un curso sobre ángeles?»… pensaba, «no encuentro la conexión con el yoga»… hoy no dejo de sonreír al recordarlo.

El seminario fue precioso, hicimos muchas meditaciones que en su momento me costó comprender, pero que a lo largo de los años he ido comprendiendo su simbolismo. Y sobre todo, rescaté un antiguo saber para hacer rituales de luz y permitir la entrada a altas energías de sanación en mi vida. Y así, poder enriquecerla y ayudar a otros también en su viaje.

«Todo lo que existe en el universo es energía». Eckard Strohm.

Cada vez más personas somos conscientes de que hay algo que nos une a todos y fuerzas que influyen en nosotros.

Tras el seminario, comencé a hacer los rituales o sellos que aprendí cada vez que me encontraba ante un obstáculo o cuando quería materializar algo y no sabía por donde empezar. También los hacía cuando personas queridas pasaban por dificultades. Solamente el poder hacer algo ya era un gran alivio para mí, como persona que tiene una gran cantidad de energía cardinal en su Carta Natal. Era como dejar en manos de los ángeles aquello que en manos de Dios está. Es querer trabajar en la materia con la inspiración del cielo.

Y los resultados fueron totalmente fascinantes: más que pedir algo y obtener lo que has pedido, era como ayudarte a comprender porque no funcionaba como lo estabas haciendo e indicarte el camino para que las cosas fluyan en armonía.

Los problemas se solucionan cuando tu conciencia se desarrolla, porque tú sanas.

Estaba fascinada por aquel saber y comencé a interesarme por el escritor del libro, Eckard Strohm. La verdad que deseaba conocerle en persona y poder aprender muchas más cosas con él y … se lo pedí a los ángeles. Y al cabo de un tiempo, una nueva casualidad llegó a mi vida: me escribían una carta del hoy «Phoenix Legat» de Barcelona para informarme sobre nuevos cursos de Eckard Strohm en España. Y así fue, como comencé a formarme con ellos y desde entonces no he dejado de aprender. Y desde entonces no he dejado de sentir gratitud ni un solo día de mi vida por haber tenido acceso a esta sabiduría eterna.

He querido dedicar hoy este Post a los ángeles. Quería comenzar a hablar sobre ellos, darles las gracias y compartiros un legado que nos fue entregado y que olvidamos, un saber que influye y conecta la vida en la tierra con la inmortalidad del cielo. 

Gracias, Eckard Strohm, por haberlo hecho posible. 

Que la magia de los ángeles nos acompañe siempre 

Marta